Mensajes de diversas orígenes
martes, 12 de abril de 2022
Niños, Por Favor Sean Hombres y Mujeres de Silencio. Rezad, Rezad, Rezad
Mensaje de la Virgen a Ángela en Zaro di Ischia, Italia.
Mensaje del 08.04.2022 de Angela
Esta tarde Mamá apareció toda vestida de blanco, incluso el manto que la envolvía era blanco, amplio y el mismo manto cubría también Su cabeza. En Su cabeza había una corona de doce estrellas, Sus manos estaban unidas en oración, y en Sus manos había un rosario largo y blanco, como hecho de luz, que llegaba casi hasta Sus pies.
En el pecho, la Madre tenía un corazón de carne coronado de espinas.
Sus pies descalzos descansaban sobre el mundo. El mundo estaba envuelto en una gran nube gris.
A la derecha de la Virgen María, estaba Jesús en la cruz, con las marcas de la pasión.
Alabado sea Jesucristo
Queridos hijos, gracias por estar aquí en Mi bosque bendito. Los amo hijos, los amo inmensamente.
Hijos míos, también esta noche os pido oración, que vuestra vida sea oración.
En este momento, Mamá se puso de rodillas al pie de la cruz y me dijo: «Hija, oremos juntas, adoremos en silencio». Mamá miró a su Hijo y su rostro estaba bañado en lágrimas, no habló, sus miradas se cruzaron, era como si entre los dos, entre Jesús y su Madre, hubiera un diálogo de miradas.
Luego hubo un largo silencio. Al cabo de un rato, Mamá volvió a hablar, pero todo el tiempo estuvo arrodillada al pie de la cruz.
Hija, por cada herida de Su cuerpo confía tu intención, por cada llaga y por cada gota de sangre. Recemos.
Mamá dijo: «Por la santa herida de la mano derecha». Y yo respondí: «Mamá, confío a las familias, especialmente a las familias que viven lejos de Dios».
Hija por la santa herida de la mano izquierda. Y respondí: «Encomiendo y rezo por la conversión de los pecadores y por todos aquellos que aún no han conocido el amor de Dios».
Hija, por la santa herida del pie derecho. Y respondí: Encomiendo y ruego por los gobernantes de esta tierra.
Hija por la santa herida del pie izquierdo. Y respondí: Encomiendo y ruego por la paz, paz en todo el mundo.
Por la santa herida del costado santo. Y respondí: Encomiendo y rezo por toda la Iglesia, por el Santo Padre y por todos los sacerdotes.
Entonces Mamá reanudó.
Niños, por favor, sed hombres y mujeres de silencio.
Rezad, rezad, rezad.
Finalmente, Mamá se levantó, abrió los brazos y de Sus manos salieron rayos de luz que iluminaron todo el bosque.
Y finalmente bendijo a todos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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